UFO en Roma Antigua
En el cielo de la antigua Roma fueron avistados UFO, fueron llamados Ancilium, Navium, Rayos del luz, Incendiariae Aves y el Pontífice Máximo tenìa que apuntar las manifestaciones en los Anales.
Hace 2 mil años el historiador Tito Livio en su Ab Urbe condita, dice "… et Arpis parmas in coelo visas pugnantemque cum luna solem ..." (... y en Arpisse veyeron parmas en el cielo y se ve luchando el sol con la luna, etc ...); Parma o parmula era un tipo de escudo redondo usado por el ejército romano con el borde superior convexo que recuerda muchos de los más frecuentemente reconocidos en los UFO.
Se podría objetar que podría ser un fenómeno explicado hoy de un ley física, pero los romanos os construyeron sobre la leyenda del escudo de Marte conocido como ANCILE.
Este escudo cayó del cielo y fue considerado un don de Marte que tenía el poder de proteger a Roma; este hecho aconteciò cuando fue rey Numa Pompilio, que estaba preocupado por preservar el don precioso escondito entre once copias perfectas y confiadas a un colegio de 12 sacerdotes - Salii Palatini - que tenía la tarea de llevar en procesión el 12 Ancilia en cada abertura del año militar que tuvo lugar en la primavera, mientras que durante todo el año se mantuvieron en la sala subterránea de la Regia.
A lo largo del período de las guerras púnicas, desde el siglo IV hasta II siglo antes de Cristo, considerado como largo tiempo con momentos de graves crisis, los romanos eran particularmente atentos a los acontecimientos celestes, ya que cada evento se consideraba una expresión del sentimiento de los dioses hacia los hombres.
El Pontífice Máximo tenía la tarea de hacer una nota en los Anales Màximos sobre los prodigios que ocurrieron y los estudiosos de clipeologia (ufologia antigua) consideran estos informes suficientemente fiables porque se proporcionan procedimientos de verificación de las noticias antes de grabarlas en los Anales.Además del citado avistamiento de "Parmas" reportado por Tito Livio, que se hubo en el 217 a.C., el año anterior en Roma había estado una apariencia espectacular de navium esplendentes en el cielo, y de nuevo en 173 antes de Cristo en el cielo de Lanuvio aparecería una gran flota.
Pero esos no fueron los únicos casos de avistamientos en la antigua era de objetos brillantes en el cielo.
Seneca en su Tratado de Ciencias Naturales (Libro II), indica numerosas observaciones sobre manifestaciones inexplicables de "rayos de luz" que aparecían de repente en el cielo de las ciudades, donde permanecìan inmóvile durante unos días y luego desaparecìan.
Una verdadera colección abarcante de todos los acontecimientos inusuales, las "maravillas", los hechos sorprendentes y extraordinarios de que a memoria eran conocidos en la antigüedad debemos a Julio Obsecuente que era escritor pagano romano, probablemente contemporáneo de Símaco, verdadero precursor de "los cronistas de inusual" de los tiempos modernos que vivió en el siglo IV. D.C.; su obra "Liber Prodigiorum" está dedicada a los presagios y acontecimientos extraños en Roma desde el año 249 aC hasta el 12 a.C. ...
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