Templo de Lares Permarini
En la zona sur del Campo de Marte, donde era mayor la afluencia de personas debida a la presencia de Porticus Minucia Vetus, el lugar donde se desarrollaban las distribuciones gratuita de grano, en la edad republicana ya se hallaban los templos para el culto de los dioses ancestrales.
Los dos primeros templos fueron construidos aún en el IV y III siglos antes de Cristo y se cree estaban dedicados respectivamente uno a la ninfa Juturna (Templo A) y el otro a Feronia (templo C), diosa de la fertilidad y protectora de bosques y cosechas; también el templo D estaba dedicado a unas deidades de religión arcaica de Roma: Lares Permarini, protectores de la navegación.
Los Lares eran dioses que protegían a las personas, el hogar y las actividades; cada familia tenía sus propios Lares que representaban las almas de los parientes difuntos y en cada domus había un lararium donde se celebraba el culto de sus Lares. Pero también hubo un culto público de los Lares, cuando estas deidades estaban invocadas para proteger los lugares o las actividades como los Lares Compitales que protegían las cruces, los Lares Praestites que protegían los límites entre los territorios habitados y las tierras salvajes y los Lares Permarini a quien se le encomendó la protección de los buques a lo largo de las rutas de navegación. La tarea del Lares Permarini era proteger a las tripulaciones romanas cuando estaban lejos de Roma y sus efigies o pequeñas estatuas, generalmente de loza, se colocaban en un lariario que estaba en la proa de los barcos.
El culto de Lares Permarini aparece como una interpretación romana del culto ya practicado por los Fenicios que llamaron a estos protectores Pataicos y pusieron sus representaciones en los estribores de los barcos. Cuando a principios del siglo II aC Roma entró en contacto con la cultura y la civilidad helénica a través de las ciudades de Magna Graecia, la influencia griega comenzó a ser evidente en la cultura romana y por sincretismo Neptuno, Cástor y Pólux, Anfitrite y los Tritones fueron considerados Lares Permarini. Aún Livio recuerda los Lares Permarini: “Suspendit Lares marinis, molles pilas, reticula, strophia.”
Los Lares protectores de marineros, deidades menores en el Panteón de Roma, tuvieron un lugar de culto en Roma para un voto que hizo Lucio Emilio Regillo durante la batalla naval de 190 AC. que se opuso la flota romana a la de Antíoco III de Siria cerca de Capo Mionneso: el cónsul romano juró erigir un templo al Lares Permarini si lo protegían y lo llevaban a la victoria. Lucio Emilio Regillo logró derrotar al mayor enemigo de Roma, Hannibal -quien después de su derrota en la Segunda Guerra Púnica se había refugiado junto Antíoco encontrando un aliado con el que intentó llevar guerra a Italia- en la batalla naval en la desembocadura del Eumedón y luego destruir toda la flota siria cerca de Capo Mionneso; así fue que su padre Marco Emilio Lepido en 179 a.C. construyó el templo en los Campos de Marte. Tito Livio también nos cuenta acerca de la construcción del templo y de su dedicación en el Libro XL Ab Urbe Condita, que también contiene el texto completo de la "tabula" (epígrafe dedicatorio):
..Idem (Marcus Aemilius) dedicavit sedem Larium Permarinum in Campo. Voverat eam annis undecim ante L. Aemilius Regillus; navali proelio adversus praefecto regis Antiochi. Supra valvas templi tabula cum titulo hoc fixa est:
“ Duello magno regibus dirimendo … caput subigendis patrandae pacisgna exeunti L.Aemilio M.Aemili filio auspicio, imperio, felicitate ductuque ejus inter Ephesum, Samum, Chiumque inspectante eos ipso Antiocho, exercitu omini, equitatu. Elephantisque, classi s regis Antiochi antea sea victa, fusa, contusa, fugataque est, ibique eo die naves longae cum omnibus sociis captae LXII. Ea pugna pugnata, rex Antiochus regnumque ….eius rei ergo sedem Laribus Permarinis vovit”.
“ ... fue él mismo (Marco Emilio Lepido) quien dedicó el Templo de Lares Permarini en Campos de Martes. Ese había sido votado once años antes por Lucio Emilio Regillo en la batalla naval contra el general del rey Antíoco. Sobre la puerta del tiempo se colocó una losa con esta dedicación: “
“En la gran batalla para garantizar la paz bajo el gobierno, la esperanza y la felicidad de Lucio Emilio, hijo de Marco Emilio, entre Efeso, Samo y Quíos, en presencia del propio Antíoco, y de todo el ejército, la caballería y los elefantes, el ejército del Rey fue roto, expulsado y destruido; y allí en ese mismo día setenta y dos grandes barcos fueron capturados con sus tripulaciones y, después de que terminó la batalla, el rey Antíoco y su reino fueron vencidos. Para obtener esta victoria Lucio Emilio votó un templo a Lares Permarini”.
No hay evidencia de los Lares Permarini antes de ese evento, por lo que algunos estudiosos creen que fuera un culto griego que hubiera sido asimilado por la cultura romana; la conexión hubiera revelada por el mismo Lucio Emilio Regillo, quien también hizo una dedicación al Santuario de los Kabires de Samotracia por el mismo voto y no es improbable que la famosa Nike de Samotracia fuera precisamente el ex voto dedicado por Emilio Regillo a estos dioses. Pero los romanos ya estaban dedicados a los Kabires; de hecho, el cónsul Marco Claudio Marcelo, después de haber derrotado a Siracusa, había dedicado una parte del botín al Santuario de Samotracia ...
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