Fulvia Plaucila
Fue la primera y ùnica esposa de Caracalla desde 202 hasta 205 d.C.
Ella nació en Roma de Cayo Fulvio Plauciano de 186, equites originario de Leptis Magna, que fue Prefecto del Pretorio en 197 de bajo de Septimius Severus, y una mujer nombrada Hortensia, probablemente de la gens Hortensia originaria de la ciudad etrusca de Horta, en el valle del Tíber.
Su vida estuvo dominada por la figura de su padre que en su subida al poder aspiraba ser parte de la familia imperial. En 198 Septimius Severus se asociò a su hijo Caracalla en el principado; Caracalla tenía 10 años y hubo prometida como novia Plaucila que ya tenía 12 años; para las bodas tuvieron que esperar al menos 14 años del novio y así Plaucila se volviò emperatriz en 202.
Cayo Fulvio Plauciano - quien tenía vínculos parentales con Septimius Severus, cuya madre Fulvia Pía perteneció a su familia- había llegado a Roma en el lugar del poder como hombre de confianza del nuevo emperador. Septimius Severus cuando se convirtió en emperador lo recompensó con el más alto cargo que podría tener un no-Patricio: prefecto pretoriano.
Después del compromiso de Plaucila con Caracalla, Plauciano fue admitido en la orden Senatorial y, con un procedimiento excepcional, iniciado y promovido por el emperador, galardonado con ornamentos consulares (Ornamenta consularia), convirtiéndose en cónsul honorario, es decir, no efectivo.
En 203, después del matrimonio de Plaucila, Plauciano, fue cónsul efectivo, y como suegro de Caracalla se hallò tercero en la sucesión después de Bassiano (Caracalla) y Geta. El poder y su conexión con la familia imperial es confirmada por su presencia en el bajorelieve en el arco de Septimius Severus en Leptis Magna, donde el personaje que lo representa està cerca de Publius Septimius Geta, el hermano mayor de Septimius Severus, pero falta la cara por la damnatio memoriae.
Plauciano tenìa muchos enemigos, en la corte de Roma no estaban bien vistos sus actitudes de excesivo protagonismo y circulaban rumores que èl aspiraba a tener éxito a Septimius Severus. De hecho para una serie de decisiones políticas de Septimius Severus quien, preocupado de no dejar poder al Senado, centró el poder administrativo y esattivo en manos de los oficiales que habían apoyado su ascenso, primero y principal, Plauciano quien iba a ser el primer prefecto ser admitido en la Curia y se convirtió en jefe de los funcionarios con jurisdicción entre cien millas de Roma. Lo que el alcanzò hacer por esta subida no se conoce pero es conocido que en 205 Plauciano era el hombre más rico y poderoso de Roma.
Se presume fuera este el gatillo de razón del odio de Caracalla y de la orden de matarlo; el asesinato tuvo lugar bajo la mirada de Septimius Severus que evidentemente temiendo demasiada influencia del viejo amigo, estaba acordado: Plauciano fue arrojado por una ventana del Palacio Imperial.
Caracalla, después del asesinato, también pidió al Senado para declarar la damnatio memoriae de Plauciano y su nombre fue borrado de todas inscripciónes.
La desgracia de su padre derrocó en Plaucila y Caracalla pronto pidió el divorcio por motivos de conducta adúltera.
En la realidad Bassiano (Caracalla) nunca había querido Plaucila y ya después del matrimonio detestaba y no dormià con ella para evitar tener hijos, pero parece que en 204 Plaucila pariò una hija cuyo nombre se desconoce.
De la historia humana de Plaucila se sabe muy poco, aparte de una mejor motivación de culpa de libertinaje que sirvió a Caracalla para el divorcio y esiliarla en la isla de Lipari después de quitar todos los beneficios según la lex Julia.
Ella fue enviada al exilio junto a su hermano Hortensius (y tal vez la niña) y vivió hasta 211, cuando después de la muerte de Septimius Severus, fue estrangulada por órden de Caracalla. Tenía 25 años.
Caracalla ordenó la damnatio memoriae para Plaucila al cual su nombre fue borrado de las inscripciones y sus estatuas fueron demolidas pero en el corto período en el cual fue la Emperatriz fueron acuñadas muchas monedas con su efigie que dan una imagen es muy joven que más madura.v
La cabeza que la retrata como mujer, fue encontrada durante recientes excavaciones en Sparta donde estaba erigido un monumento en honor a Septimius Severus cerca del Agorà; después la damnatio memoriae la estatua fue destruida y enterrada en un área adyacente donde estuvo bien conservada. Ahora se exhibe en el Museo de la Acrópolis en Atenas.
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