El calendario Gregoriano
El año 708 ab Urbe condita fue establecido por Julio César ultimus annus confusionis y tenía la duraciòn de 445 días para poder volver a alinear la duración del año civil con el año solar; el 45 aC fue el primer año en que el paso de los días y de las estaciones se caracterizó de acuerdo con el calendario Juliano.
En el nuevo calendario permanecìa un pequeño error: el calendario solar era más corto de 11 minutos cada año, pero la diferencia no tenìa consecuencias importantes para el flujo de la vida civil, aunque se añadìa más de un día entero en 128 años.
Fue a final del siglo XVI que la brecha comenzó a producir unos efectos importantes para la Iglesia de Roma.
En el año 325 el Concilio de Nicea había establecido las reglas para calcular en qué día la Pascua tenía que caer. Pascua es una fiesta cuya fecha se calcula en relación con el ciclo lunar, es decir Pascua debe caer el domingo siguiente a la primera luna llena de la primavera; en el momento del Concilio de Nicea el equinoccio fue el 21 de marzo, y así que esta fue la fecha fijada como referencia.
La iglesia romana para dar cumplimiento a esta regla siempre había apoyado y alentado a los estudiosos de astronomía y así en el siglo XVI se hizo evidente para los astrónomos que el calendario Juliano, siguen vigentes y en el que la regla fue formulada, no le permitió al respeto de la misma norma, en otras palabras contenía un error de 11 minutos por año.
En 1582, durante el pontificado de Gregorio XIII, este error había llevado a una diferencia de 10 días entre el día virtual del calendario y el día real del equinoccio primaveral, y continuando así la Pascua se habrìa celebrada en verano.
El Papa confiò a un grupo de académicos la tarea de resolver el problema; bajo la dirección del matemático jesuita Cristóbal Clavius trabajaron el doctor Luis Lilio, el matemático y astrónomo José Scala y el matemático Ignazio Danti, que utilizaron las mediciones del año tropical (solar) y del año sideral (lunar) de Nicolás Copérnico.
La nueva norma cambia la duraciòn media del año cambiando el método de cálculo de los años bisiestos: los años bisiestos caen cada 4 años, pero con una condición que afecta a los años cuyo número es múltiplo de 100, como diciendo que los múltiplos de 100 son bisiestos solamente si la numeración es también un múltiplo de 400: come decir que son años bisiestos 1600 - 2000 y 2400, pero no están bisiestos los años 1900 - 2100 a 2200.
La regla no resuelve completamente el problema, ya que siempre tiene un error de aproximadamente 6 segundos más cada año, pero no se puede tener un calendario perfecto porque afectan a otros fenómenos sobre la base de cálculo; por ejemplo debido a fenómenos de marea la rotación terrestre se está desacelerando, por lo que tenemos un día más largo y, a continuación, para mantener el día civil, alineado a la astronómico, desde hace algunas décadas se añade un segundo cuando sea necesario ...
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