El Arquibestia
En los jardines del Vaticano está enterrado desde el siglo XVI. un elefante blanco.
Fue un regalo del rey de Portugal a Papa León X (Juan de' Medici) por su elección como Pontífice. Se le dio el nombre de uno de los generales de Hannibal: Hanno.
Cuando llegó a Roma, la gente estaba muy impresionado porque no habia visto elefantes desde los tiempos de la antigua Roma; el elefante fue cubierto con brocado dorado y llevaba un moro a horcajadas sobre el cuello y otro en frente procuraba el camino y porque parecía que el elefante hizo todo lo que el moro mandaba, la gente estaba convencida de que "dos lenguaje entendìa, pero como criatura humana, eso es el portogalese y indiana". El Papa estaba esperando al desfile en Castel San Angel, cuando Hanno llegò, se arrodilló tres veces como un signo de honor, entonces, obedeciendo a un guiño de su encargado de la India, aspiraba el agua con el probòscide de un cubo y roció no sólo los cardenales, pero la multitud de curiosos.
Los cronistas contemporáneos cuentan que era un animal muy inteligente, y que con sus rociadas de probóscide pronto se convirtió en el protagonista de las fiestas y entretenimientos celebrados en Roma.
Broma memorable fue lo_ que el Papa quiso hacer con la complicidad de todo el palacio a un poeta un poco granuja llamado Baraballo: le prometió la coronación come poeta en el Capitolio si habìa llegado a caballo de Hanno. El evento atrajo en el camino grandes multitudes que vocean y se reìan, así que cuando fue a Puente San Angel, Hanno se negó a ir.
La sátira popular recuerda el hecho con un soneto que comienza
El Arquipoeta Baraballe gran autor de prosas
Puesto sobre el Arquibestia , a los lejos
E a su lado, parece en sì jefe de capitanos
Que de risa hace estallar las mariposas ...
Papa Leòn X queriò que permanece memoria del broma haciendo tallado sobre una de las puertas de la Sala de la Signatura – que Rafael Sanzio estaba pintando al fresco - la imagen de Baraballo "el Archipoeta de movimiento desde el Vaticano en la parte trasera del elefante", mientras el Papa lo mira riéndose desde una ventana.
El Arquibestia vivía en un establo construido especialmente en el cortile del Belvedere y cuidaba de él un amigo de Rafael; el mantenimiento de Hanno costaba 100 ducados al año.
En el verano de 1516 caontrajo enfermo con angina y ningún doctor o farmacéutico llamado por el Papa, que era todos los días en asistirlo, fue capaz de curarlo. Hanno fue enterrado en el Vaticano y Rafael fue encargado de hacer un retrato que se perdiò mas, afortunadamente, Francisco de Holandia años después lo habìa reproducido en su cuaderno ( veer dibujo).
El recuerdo de Hanno es sin embargo permanecido en Roma; en una fuente de la Villa Madama su cabeza de mármol lanza agua en una tina de un sarcófago romano, en la hoja de la puerta de la Sala de la Signatura hay grabado prevista por el Papa León X, puede verse también en el friso del pórtico de Palazzo Baldassini, en Calle de Le Coppelle 35 . En final es Hanno el gran elefante que està en el Jardín de los Monstruos de Bomarzo.
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